El exfiscal del Ministerio Público de Chile, Carlos Gajardo, advirtió que la actividad del crimen organizado es grave en la frontera con Bolivia, además de que está creciendo en un contexto donde se forjan alianzas de contrabando y narcotráfico, existen organizaciones internacionales y un nivel de sofisticación en la criminalidad.
En entrevista con La Mañana en Directo de ERBOL, Gajardo señaló que la frontera entre ambos países es muy extensa y, a pesar de cierto control, hay más de 100 pasos completamente ilegales.
Explicó que el problema para Bolivia es el ingreso de autos “chutos” y el contrabando, mientras que hacia Chile se envía droga y también productos contrabandeados, como los cigarrillos.
Según el exfiscal, en esta dinámica los contrabandistas y narcotraficantes están aliados y se retroalimentan, porque básicamente utilizan las mismas rutas.
En ese escenario, según recordó Gajardo, se han registrado hechos de violencia como la emboscada a efectivos bolivianos que dejó cinco muertos o, incluso, disputas entre bandas rivales por mercadería de contrabando.
“Se ha producido verdaderas mexicanas (robo de objetos ilegales), esto es que bandas regionales se disputan esta mercadería a balazos, han habido muertos incluso para tener esta actividad”, relató.
En cuanto a la sofisticación del crimen, mencionó que hace algunas semanas en Chile se encontró una máquina retroexcavadora que abría el camino para que pasaran los camiones con mercadería ilícita.
“No hay verdaderamente camino, entonces para que pudieran avanzar los camiones, la máquina retroexcavadora le iba arreglando el paso. Ese es el nivel que tienen de sofisticación, de recursos para hacer esta actividad ilícita”, indicó.
A esa situación se suma la presencia de la organización venezolana Tren de Aragua, que es muy violenta y se dedica al tráfico de drogas, como otros delitos.
El exfiscal dijo que la frontera con Bolivia hoy día para Chile es un “gran dolor de cabeza”, debido a temas como la droga, el contrabando y el ingreso ilegal de personas.
Enfatizó que, para enfrentar este tema, se requiere de colaboración entre las policías de los Estados, aunque advirtió que esta actividad no avanza a la velocidad que requiere la gravedad de la situación.
“Necesitamos entre todos los países del Cono Sur una colaboración mucho más activa, mucho más rápida entre los institutos públicos, para que esta información fluya y permita un trabajo mancomunado”, agregó. /Erbol/