La colisión entre los gobernantes de Israel y Colombia es total. El primer ministro Benjamín Netanyahu ha arremetido esta sábado contra el presidente Gustavo Petro, después de que el colombiano pidiera en las redes sociales a la Corte Penal Internacional que ordenara su captura por no detener lo que considera un genocidio en la Franja de Gaza. “Israel no va a recibir lecciones de un antisemita partidario de Hamás, una organización terrorista genocida que masacró, violó, mutiló y quemó vivas a 1.200 personas inocentes el 7 de octubre”, ha respondido Netanyahu en su cuenta de X. “¡Qué vergüenza, presidente Petro!”, concluyó su mensaje.
La crisis diplomática entre los dos países ha estado salpicada por todo tipo de descalificaciones y desembocó en la ruptura total de relaciones con Israel anunciada por Petro el 1 de mayo en medio de las marchas por el día del Trabajo, “por tener un Gobierno, un presidente genocida”. Los manifestantes celebraron esa noticia en plena Plaza de Bolívar, en el corazón de Bogotá, una multitud en la que ondeaban algunas banderas de Palestina. “La humanidad toda, por millones, está de acuerdo con nosotros. No puede ser, no pueden volver las épocas del genocidio, del exterminio de un pueblo entero ante nuestros ojos”, dijo entonces un Petro visiblemente emocionado.
El canciller encargado, Luis Gilberto Murillo, aseguró al día siguiente que no se trató de un impulso o de un capricho. “[La decisión] la veníamos revisando desde hace casi ocho meses”, dijo al recordar los múltiples llamados del presidente para que Israel cesara el fuego en Gaza. La Cancillería colombiana también ha instado a Palestina a perseverar en su intención de ingresar a la ONU como miembro pleno y se ha comprometido a respaldar activamente esa aspiración.
El mandatario de Colombia había contemplado la posibilidad de romper relaciones desde el mismo inicio de la guerra en Gaza, cuando Israel respondió al ataque perpetrado por Hamás el 7 de octubre de 2023. Entonces, Petro comparó la situación en la franja con la del campo de concentración de Auschwitz e Israel respondió con fuertes críticas y con la suspensión de las exportaciones de equipos de seguridad. “Si hay que suspender relaciones exteriores con Israel, las suspendemos. No apoyamos genocidios. Al presidente de Colombia no se le insulta”, respondió Petro el 16 de octubre. Días después, llamó a consultas a su embajadora, Margarita Manjarrez, ante los ataques del Estado judío en áreas densamente pobladas por civiles.
Desde finales de los años sesenta, Colombia ha mantenido relaciones con Israel –además de ser socios militares, firmaron un tratado de libre comercio (TLC) que entró en vigencia en 2020–, pero también ha respaldado resoluciones de la ONU en apoyo al pueblo palestino. El Gobierno de Ernesto Samper (1994-1998) abrió la puerta para la llegada de la misión palestina a Colombia, y el de Juan Manuel Santos (2010-2018) reconoció oficialmente a Palestina como Estado justo antes de entregarle el poder a Iván Duque. Colombia era el único país sudamericano que aún no lo había hecho. Mientras que Duque (2018-2022) tomó partido a favor de Israel – incluso llegó a manifestar su intención de seguir los pasos de los Estados Unidos de Donald Trump y reconocer a Jerusalén como la capital de Israel, aunque no llegó a materializarlo–, la postura de Petro a favor de la causa palestina es ampliamente conocida.
El ahora presidente ha condenado públicamente ataques de Israel al pueblo palestino desde hace años, y también ha pedido el reconocimiento de los dos Estados. Cuando fue alcalde de Bogotá, en 2015, firmó un acuerdo que convertía a la capital colombiana y a Ramala, capital administrativa de Palestina, en ciudades hermanas.
Fuente: EL PAÍS
